La inteligencia emocional del esposo como clave para un matrimonio estable
Esta es la conclusión del Dr. John Gottman, uno de los principales terapeutas matrimoniales e investigadores sobre el tema en los Estados Unidos. Lo que quiere decir con esto es la capacidad de involucrarse emocionalmente con su esposa (aceptar influencia), ceder en los conflictos, reconocer sus deseos y llegar a compromisos.
¿Por qué el llamado a tener más inteligencia emocional se dirige específicamente a los hombres, podríamos preguntarnos? Por supuesto, la regla de tratar al compañero con respeto se aplica igualmente a las mujeres, pero las mujeres tienden naturalmente a buscar la conexión en su comportamiento en relaciones, como descubrió Gottman en sus estudios. Como posible explicación, él señala las preferencias que las mujeres mostraron desde pequeñas al jugar con sus amigas: la calidad de la relación es más importante para ellas que el deseo de ganar, mientras que en los niños, la competencia entre ellos suele ser más prominente. El tradicional modelo de roles de género puede desempeñar un papel aquí, ya que en relaciones entre hombres del mismo sexo, la comunicación suele funcionar bien. La idea de que el hombre debe tener el control en la relación puede causar un gran daño. Gottman afirma que puede predecir con más del 90% de certeza si un matrimonio perdurará después de escuchar solo una conversación de la pareja durante 15 minutos. Si el hombre muestra regularmente aversión hacia las solicitudes de comunicación, se cierra a los deseos de la mujer, se comporta de manera dominante o incluso despectiva hacia ella, las probabilidades de que esta relación dure los primeros 6 años son bajas.
Hay otra buena razón desde la perspectiva de los hombres para preocuparse por la satisfacción de sus esposas.
Sentimiento de seguridad de la mujer: más salud para ambos
"En mi opinión, el sentimiento de seguridad de la esposa afecta la dinámica de la relación de manera más significativa que el del esposo. Cuando un hombre reconoce lo importante que es transmitir a su esposa una sensación de seguridad, esto no solo beneficia a la relación, sino que también tiene un impacto enormemente positivo en la salud de ambos socios".
Gottman ha estudiado parejas discutiendo en su Love Lab durante más de tres décadas. Además de la comunicación de pareja, se midieron funciones corporales como la velocidad del flujo sanguíneo y la formación de sudor en las palmas de las manos. Además, con cuestionarios psicológicos, recopiló parámetros como la satisfacción en la relación y el nivel de confianza. Se encontró una conexión entre una velocidad más baja del flujo sanguíneo en ambos socios y un alto nivel de confianza en la mujer. Por otro lado, si solo el hombre mostraba un alto nivel de confianza, esto no afectaba la velocidad del flujo sanguíneo. Más aún: un alto grado de confianza y satisfacción en la relación por parte de la mujer se correlacionaba con una mayor esperanza de vida para los hombres.