¡Hablar de problemas crea problemas, hablar de soluciones crea soluciones!
Los solucionadores de problemas que se enfrentan intensamente a un problema están pavimentando sus rutas neuronales en el cerebro al dirigir su atención al problema. Esto es útil, ya que respalda nuestro pensamiento al resolver el problema. Lo fatal es: también se está pavimentando la percepción del tema como un problema. Incluso si el problema ya se ha resuelto total o parcialmente, la percepción persiste.
Ahora, los investigadores David Levrai y Daniel Gilbert de la Universidad de Harvard descubrieron en un experimento que esto es realmente una peculiaridad de la percepción humana. Sometieron a los sujetos a un estímulo ("problema"), vinculado con una tarea sencilla:
Los sujetos debían identificar y contar los puntos azules en un conjunto de puntos que variaban desde azul brillante hasta violeta brillante.
Esto se repitió durante un período prolongado. Luego, se redujeron los puntos azules. Ahora, los sujetos empezaron a contar cada vez más puntos violetas. Esto ocurrió incluso cuando se les señaló explícitamente que habría menos puntos azules. Incluso una promesa de recompensa monetaria no pudo evitar este efecto.
En un experimento comparativo, en lugar de puntos, se les mostraron a los participantes caras. Debían contar caras enojadas. Cuando hubo menos de ellas, también identificaron caras neutrales como enojadas.
Mostraron que los participantes responden a un estímulo en disminución ("problema") ampliando la definición del "problema":
Incluso cuando las cosas mejoran, cuando el problema aparece menos frecuentemente o en menor medida, esta pavimentación persiste inicialmente, y el problema se percibe con la misma intensidad. Las antenas para percibir el problema se vuelven más finas. Los solucionadores de problemas amplían la definición del problema sin darse cuenta y siguen sintiendo la necesidad de trabajar en el problema.
De manera similar, el filósofo y psicoterapeuta Odo Marquard reconoció esta tendencia de percepción en la década de 1980 y la llamó "la ley de la creciente penetración de residuos negativos". En el fondo, reconoció algo que solo se pudo demostrar décadas después en el experimento científico. Él había buscado la causa del fenómeno más en el comportamiento moral incorrecto y su ley se refería a los avances sociales.
Este fenómeno tiene una variedad de implicaciones y puede explicar por qué las personas cuyo trabajo es encontrar y eliminar problemas a menudo no pueden reconocer cuándo se ha completado la tarea.
"Los problemas que ya hemos combatido con éxito nos parecen como si nunca desaparecieran." (Silke Jäger)
Esto también fue reconocido por los desarrolladores de la terapia sistémica en la década de 1970. En lugar de analizar el problema, se invita a los clientes a centrar su atención en las áreas donde ya están haciendo las cosas de manera que funcione o donde ya han resuelto el problema. También es útil tomar conciencia de lo que se ha manejado bien en la pareja en el pasado y de lo que ya funciona bien en el presente. "Problem talk creates problems, solution talk creates solutions." (Steve de Shazer)
Porque - la conciencia del problema ayuda a encontrar una solución. Sin embargo, también puede conducir a la insatisfacción crónica debido a una adherencia prolongada.